No hace falta decir que uno de los grandes atractivos de esta serie se encuentra en la actriz protagonista Laura Linney (tres veces nominada al Oscar y ganadora de un Golden Globe precisamente por esta serie). Parece que Cathy Jamison y Laura Linney estaban destinadas a encontrarse. Linney, con su voz grave y profunda (me refiero en V.O), no falla ni una sola nota. Su expresivo rostro le permite hacer todo tipo de jetos. Siempre está fantástica a sus 49 años y sin que dé la impresión de que haya tenido que pasar por la Clínica Planas. La verdad es que el personaje es un caramelo en manos de una actriz de su talla, haciendo que no caiga en los tópicos de la pena o la sobredramatización que el tema podría conllevar, consiguiendo arrancar risas del dolor. En una ocasión suelta la perla "No me quiero sentir mejor, quiero estar mejor".
Los personajes secundarios que revolotean habitualmente alrededor de Cathy tampoco se quedan atrás. Paul, el inmaduro marido de Cathy, interpretado por Oliver Platt, ya habituado al género cómico, con el que Cathy guarda una relación muy particular (Paul: "Cathy? Sé que estás aquí, porque el coche está en la entrada y el aire huele a crueldad..."); juntos tienen un hijo super-adolescente y super-insoportable, Adam. También tenemos al excéntrico hermano de Cathy (Sean), sintecho por decisión propia, porque va en contra del sistema capitalista y además es un acérrimo ecologista. Y finalmente, entre los más frecuentes, tenemos a Andrea (Gabourey Sidibe, la chica gordita de "Precious"), deslenguada alumna de Cathy, que es prácticamente adoptada por la familia (especial atención a cuando, tras pasar una temporada en África para reconectar con sus raíces, pide a todo el mundo que la llame por su nombre ancestral "Ababuo"...)
No queremos dejar de mencionar otros personajes más esporádicos, pero no por ello menos importantes que han ido pasando por la serie. Así tenemos al oncólogo que lleva a Cathy en las dos primeras temporadas, el Dr. Todd Mauer (Reid Scott, actualmente en la serie "Veep"), que se enamora de Cathy y de su particular manera de ver la vida (y la muerte). La cascarrabias vecina de Cathy, Marlene (la robaplanos Phyllis Somerville) o Lee, otro paciente de la clínica donde se trata Cathy interpretado por Hugh Dancy (actualmente en la serie "Hannibal"). Para no hablar de la amplia cartera de conocidos artistas invitados que han ido desfilando por la serie: Cynthia Nixon (grato regreso a la pequeña pantalla, tras su papel de Miranda en "Sex and the City") o Susan Sarandon, interpretando durante la tercera temporada a una ex enferma de cáncer, totalmente curada, entre otros.
Las dos primeras temporadas fueron estupendas, con dos season finale para la posteridad. Aquí dejamos el season finale de la segunda temporada para que lo veas y recuerdes, si y sólo si llevas la serie al día (absoluta SPOLIER ALERT!!!):
Comparativamente, la tercera temporada fue mucho más floja y la audiencia tampoco la acompañó demasiado en su viaje, quizás eso fue lo que sentenció a la serie a que esta cuarta temporada fuera la última. De todos modos, nos alegramos que su creadora (Darlen Hunt) haya podido redondear la historia de Cathy con un digno final de 4 horas.
Este primer episodio nos ha ofrecido el balance perfecto de sonrisas y lágrimas. Hamburguesas gigantes, jirafas de peluche con un lazo rosa en el cuello, despedidas a través de un altavoz, siestas que se te escapan de las manos, "popó"... son algunos de los ingredientes de este comienzo del fin. Y cómo nos gusta cuando Cathy es traviesa, cínica y, por qué no, un pelín maleducada con la gente... Estaremos atentos para ver este broche final de una serie tan grande como la C de su título.
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