viernes, 30 de enero de 2015

Había una vez UN CIRCO!

El miércoles de la semana pasada se emitió el último episodio de la cuarta temporada de "American Horror Story", que lleva por título "Freak Show", la que ha sido, en mi opinión la más floja de todas las entregas de esta antología del terror creada por uno de los reyes Midas de la televisión actual, Ryan Murphy. La temporada comenzó de manera prometedora presentándonos a todo tipo de fenómenos: el hombre langosta (Evan Peters), la mujer gigante, la mujer diminuta (MaPetite), la mujer barbuda (Kathy Bates), la mujer de dos cabezas (Sarah Paulson al cuadrado), un payaso asesino con una gigante y escalofriante sonrisa, la mujer con tres pechos (Angela Basset), el hombre más fuerte del mundo (Michael Chiklis), la mujer sin piernas, el hombre foca, e incluso más adelante un hombre con un pene descomunal... Y, por supuesto a Elsa Mars (Jessica Lange) como maestra de ceremonias. Pero tanto personaje freak no fue capaz de salvar una temporada que andó sin rumbo, con demasiadas tramas que parecían no llevar a ninguna parte. Esperemos que la fórmula de Murphy, que tanto nos ha hecho disfrutar en temporadas anteriores, no se haya desgastado y se reinvente a si misma en la siguiente temporada.


Muchas fueron nuestras expectativas cuando se anunció que la cuarta temporada de AHS iba a estar ambientada en un circo de fenómenos. Rápidamente todos recordamos la estupenda "Carnivale" de la cadena HBO, cancelada tras la emisión de su segunda temporada, y pensamos que Murphy sería capaz de darle un toque mucho más terrorífico, mucho más camp, mucho más trash; vamos, queríamos que siguiera haciendo lo que tan bien le ha salido en temporadas anteriores. La serie arrancó de manera prometedora y pronto apareció Jessica Lange, a lo Marlene Dietrich, con un convincente acento alemán totalmente acorde con sus angulosas facciones que recordaban a las actrices alemanas de Fassbinder en "Las amargas lágrimas de Petra Von Kant". La Lange interpreta a una actriz en horas bajas, totalmente decadente, muy a lo Gloria Swanson en "El crepúsculo de los dioses". La gran Elsa Mars regenta el circo de fenómenos con autoritarismo y convencimiento de que será un éxito, a pesar de que la mayoría de noches el palco de sillas permanezca prácticamente vacío... Elsa oculta un oscuro secreto, ella también es un freak, no tiene piernas, lleva dos prótesis, las piernas le fueron amputadas hace algunos años cuando fue víctima de una tortura grabada a modo de snuff movie, si es que cuando Murphy se pone sórdido...


El toque inquietante lo ponen un payaso asesino que acecha a sus víctimas a lo slasher movie ochentera. Y el personaje más antipático venía de la mano de Finn Wittock (quien colaboró recientemente con Murphy en "The Normal Heart") que aquí interpreta a un aburrido y repelente niño rico mimado llamado Dandy Mott, que no sabe qué necesita para divertirse, un psicópata en potencia que sólo tiene que hacer el click para comenzar a matar, hijo de la estupenda Frances Conroy, cuyos talentos como actriz todoterreno, me atrevería a decir que tanto o más que la Lange (de la que ya comenzamos a estar cansados de que interprete siempre diferentes caras de un mismo personaje...) en esta temporada están totalmente desaprovechados...


El petardeo de Murhpy también ha hecho su aparición estelar en esta edición, por eso hemos podido ver números musicales totalmente anacrónicos, con canciones de David Bowie, Nirvana o Lana Del Rey en una especie de Dark Twisted Glee Horror Picture Show, que tengo que reconocer que a mí me ha gustado, porque le da a la serie ese toque trash y camp del que antes hablaba... Entre otros toques petardos que también han hecho las delicias de los fans de Murphy: como la aparición estelar de Matt Bomer intepretando a una especie de chaperillo gay que termina siendo la primera víctima de Dandy Mot, con el que protagoniza un supergay combate cuerpo a cuerpo en calzoncillos, Murphy se desmelena (bueno eso no, que es calvo... pero ya me entendéis) y da rienda suelta a sus fantasías, y no sólo eso, sino que las mete con calzador en medio de la serie...O con la también aparición estelar de otro amiguete suyo, Neil Patrick Harris que aquí interpreta a un titiritero ventrílocuo, que da más miedo que Jose Luís Moreno y sus muñecos, que posee una muñeca asesina, que le susarra al oído que cometa atroces asesinatos, una muñeca que da casi tanto miedo como la Annabelle de "Expediente Warren".


No hace falta decir que todos los actores están estupendos, Murphy sabe cómo dirigir a su elenco, eso está claro. Y también, como siempre en AHS, la ambientación, la puesta en escena, el vestuario, el maquillaje, la intro... son impecables y hacen que incluso en una temporada con un guión tan errático como éste, que ha ido sin rumbo ni meta durante muchos episodios, resulte atractiva de ver y nos haya dado algunos momentos delicisosamente inquietantes. Aprovecho para dejar una impresionante foto de la caracterización de la actriz Naomi Grossman, que repite el papel que interpretó en "AHS: Assylum", Pepper, que demuestra el maravilloso trabajo de caracterización y maquillaje que hace el equipo de esta serie.


Quizás había demasiados personajes, quizás demasiadas tramas metidas con calzador, parecía más un mero desfile de rarezas que un todo con sentido. Mientras que las otras AHS fueron cerradas con un lazo final coherente y que daba homegeneidad a la trama, aquí daba más la sensación de que había muchas películas metidas en una sola y no en el buen sentido de la palabra... Creo que Murphy ha desaprovechado la maravillosa oportunidad que todo este atractivo material le brindaba, aunque a ratos nos haya hecho pasar algunos ¿buenos? momentos viendo sufrir a su variopinto abanico de originales personajes.


La cuestión que inmediatamente nos nace de todos esto es sencilla ¿Está la fórmula de AHS agotada o se trata sólo de un pequeño bache en el camino? Yo creo personalmente que es remontable, algunas de las cosas que tanto nos gustan de AHS han seguido ahí, quizás había tantas cosas que Murphy y su equipo de guionistas querían mostrarnos, que no ha podido meterlas todas y nos ha quedado esa sensación de caos, de serie descontrolada, de sinsentido, de falta de coherencia o de una verdadera trama principal que sirviera de hilo argumental real de todas las historias que se nos estaban contando. Que dejara de dar la sensación de que a Murphy se le había ocurrido una idea macabra y simplemente nos la había colado ahí para mostrárnosla sin que viniera demasiado a cuento. No perdemos la fe en AHS y, aunque todavía no esté confirmada la trama de su quinta temporada, ahí estaremos para presenciar el siguiente espectáculo.


David

2 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho tu reseña pero... Se te ha escapado un payaso con ll
    "El toque inquietante lo ponen un pallaso asesino que acecha a sus víctimas a lo slasher movie ochentera"
    Liquida el comentario, que no pinta nada aquí, y aprovecho para saludar.

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    1. Buenas Jose Luis!

      Muchas gracias por el comentario y por detectar el error, se me ha escapado por cruce con el catalán ;)

      Saludotes!

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