domingo, 22 de diciembre de 2013

It's Sextime!

Ha llegado el momento de hablar de sexo, sí... porque ¿a quién no le gusta hablar de sexo? Temas como si el tamaño importa, el multiorgasmo de la mujer, la masturbación, la homosexualidad, la prostitución... Todas estas cuestiones ya eran tema de conversación en los años 60 y siguen siéndolo hoy en día. Además, si tipos como Lars von Trier son capaces de estrenar una peli como "Nymphomaniac" el día de Navidad (claro que sí, con un par de...), nosotros también podemos echar una canilla al aire y ponernos a hablar de esta maravillosa serie que toma como excusa la ciencia y la sexualidad para hablarnos de otros temas mucho más importantes que atañen a las relaciones interpersonales de ayer, hoy y siempre. La serie analiza, de alguna manera, lo que el comportamiento sexual de las personas nos revela sobre su carácter, sus creencias, sus ideas...

La cadena Showtime ordenó en junio de 2011 el piloto de la serie "Masters of Sex", basándose en el libro de Thomas Maier Masters of Sex: The Life and Times of William Masters and Virginia Johnson, the Couple Who Taught America How to Love, y la cadena dio luz verde al proyecto en agosto de 2012 para una temporada completa de 12 episodios. Así se pudo desarrollar la historia de ciencia y amor del Dr. William Masters y su ayudante Virgina Johnson, verdaderos grandes pioneros del estudio de la sexualidad humana. El season finale de la serie fue emitido el pasado domingo día 15 de septiembre.


La verdad es que a mí la premisa de la serie no me llamó para nada la atención, pensé que quería aprovecharse del tirón comercial que siempre tiene el sexo, y a la vez aprovechar la nueva moda de regresar a los años 60, gracias al arrollador éxito de la serie "Mad Men". Tanto es así, que comencé a mirar la serie con cierta reticencia, sólo por el hecho de que era un producto con el sello Showtime y porque si colocaban en la parrilla televisiva una serie justo después de "Homeland", algo tenía que tener. Sus dos primeros episodios me dejaron algo frío, pero a partir del tercer episodio ya me enganché completamente, gracias a unas tramas y subtramas escritas y desarrolladas con pulso firme, unos personajes sumamente jugosos y complejos y unas brillantes actuaciones de todos y cada uno de los miembros del elenco. Cabe destacar que la serie ha sido nominada al Golden Globe a Mejor Serie Dramática y también Michael Sheen ha sido nominado a Mejor Actor Dramático, por interpretar al doctor avanzado a su tiempo, William Masters. Aprovecho para manifestar mi absoluta indignación por no reconocer en los Golden Globes el maravilloso trabajo que hace Lizzy Caplan interpretando a su ayudante, Virginia Johnson.

Está claro que es difícil hacerle sombra a "Mad Men", el año pasado lo intentó "Pan Am" sin demasiado éxito, la verdad es que era bastante bodrio y su subtrama de espionaje no se aguantaba por ninguna parte. Pero en el caso de "Sex", estos tipos engominados, repeinados y bien trajeados y esas mujeres de vidas algo frustradas han tomado una dimensión propia. Aquí ellas, y especialmente Virginia, asumen un protagonismo que pesa exactamente lo mismo que el de sus partenaires masculinos, y pronto nos posicionamos en su punto de vista más que en el del complejo personaje del Dr. Masters. Los personajes femeninos acaban tomando el timón de la serie, convirtiéndose así en las verdaderas maestras del sexo.

William Masters es un personaje muy interesante. Por un lado, abierto de mente para hacer un estudio tan avanzado a su tiempo, pero a la vez con un carácter herméticamente cerrado y sumamente reprimido, que contrasta a la perfección con el de Virginia. Es un personaje aparentemente frío, torturado, que tiene que vivir con una increíble carga: es uno de los especialistas en sexualidad y fertilidad con mayor reconocimiento del país, pero no es capaz de dejar embarazada a su propia esposa, hecho que le sumerge en una profunda frustración y una desoladora tristeza.

La química entre Sheen y Caplan (un URST en toda regla) resulta creíble y absorbente, verlos en pantalla sin mantener relaciones sexuales es casi tan morboso como sería ver cómo lo hacen. Esa mutua admiración y respeto entre ellos, lo que se dicen con los gestos y las miradas, o con palabras que quieren decir mucho más de lo que dicen, resultan de una exquisitez pocas veces vista. Aún recuerdo un maravilloso y sobrecogedor momento, cuando el Dr. Masters, tras haber perdido el hijo que esperaba con su esposa Libby, baja la guardia en su despacho frente a su ayudante Virginia, pidiéndole a ésta que aparte la mirada para poder desmoronarse y estallar a llorar desconsoladamente. Esa escena permanecerá grabada en la retina de mi memoria como uno de los momentos televisivos más grandes de los últimos tiempos.


También hay que destacar otros personajes secundarios que para nada hacen honor a su título, dado que son prácticamente tan interesantes como los principales, con muchos matices, brillantes interpretaciones y sugestivas subtramas que en ningún momento resultan de relleno. Libby Masters (la esposa de William), elegantemente interpretada por Caitlin Fitzgerald, que quizás en manos de otra actriz u otros guionistas hubiera resultado la típica esposa perfecta, mujer-florero, pero que aquí nos enternece con una delicadeza y a la vez una gran personalidad, dispuesta a hacer lo que sea por conseguir lo que quiere. El enigmático jefe de William, Barton Scully (interpretado por Beau Bridges), que oculta un impactante secreto y Margaret Scully, la frustrada esposa de Barton, interpretada por la maravillosa Allison Janney. La escena en la que Margaret va a la oficina del Dr. Masters para ofrecerse a participar en el estudio sobre la sexualidad que está realizando junto a Virginia es brillante. Durante el cuestionario, se le pregunta si ha tenido alguna vez un orgasmo, ya que ese es un requisito imprescindible para entrar en el estudio, a lo que ella responde que no lo sabe. La escena es a la vez cómica y sumamente trágica y Janney, con su expresiva mirada, nos transmite su frustración, su vergüenza, su fragilidad. De hecho voy a poner aquí el vídeo porque esta escena hay que verla:


Junto con "House of Cards", "Orphan Black" y "Orange Is the New Black" mi estreno favorito del 2013. La serie ha mostrado una gran maestría, poco habitual en una primera temporada, a la hora de dibujarnos a sus personajes. Muchas grandes series como "Six Feet Under", "The Good Wife", "The Sopranos", van ganando con el tiempo, porque ya compartimos un pasado con los personajes, les hemos visto sufrir, reír, sentir, vivir. En este caso, su creadora Michelle Ashford, ha conseguido que establezcamos vínculos afectivos con muchos de sus personajes ya en una primera temporada.

Esperemos que tengamos "Masters of Sex" para rato.

¿Que el SEXO no pare!

David




6 comentarios:

  1. Ya son muchos buenos comentarios que he leído sobre esta serie, creo que le daré una oportunidad y le echaré un vistazo durante el parate.
    Muy bueno el blog!
    Saludos!

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    1. ¡Hola Lucía!

      La verdad es que me gusta ser prudente con series "tan jóvenes", que sólo llevan una temporada y que, por lo tanto no están aún consolidadas como otras grandes tipo "Six Feet Under", "Breaking Bad", "Game of Thrones" o The Sopranos", que no tendría ningún tipo de miedo a recomendar a nadie. Pero en el caso de "Masters of Sex" tengo que decir que ha tenido una muy buena primera temporada. Quizás en los dos primeros episodios da la sensación de que aún estaban intentando encontrar el tono de la serie y no me terminaron de enganchar, pero luego fueron desarrollando unos personajes fantásticos (tanto los principales, como unos fantásticos secundarios) y unas tramas y subtramas muy interesantes, sin ningún tipo de relleno, en mi opinión, y mira que eso es difícil con las series...

      Si te decides a verla y quieres comentar por aquí tus impresiones, serán muy bien recibidas ;)

      ¡Un saludo, felices fiestas y muchas gracias por comentar!

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  2. Hola! Pues la verdad es que tenemos puntos de vista parecidos sobre ls serie y sus personajes... y es que es muy buena! Ahora se me va a hacer larga la espera para la siguiente temporada, pero bueno, otras series servirán para pasar el mono. ;)
    Yo también estoy algo indignada con la no-nominación de Lizzy Caplan. Su personaje es, gracias al alma que ella le pone, magníficom
    Saludos!

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    1. Hola Sonix!

      Con estas temporadas de 12 episodios la espera se hace eterna.

      Aprovecho para recomendarte tres estrenos más del 2013, que si no has visto, creo que te pueden gustar. Uno es "Orange Is The New Black" (la serie de la que todo el mundo habla), todos sus personajes son fantásticos y las actrices están magníficas, además su mezcla de humor y drama tiene los ingredientes perfectos. Luego está "Orphan Black", una especie de thriller/Sci-fi, que en mi opinión tiene todo lo que "Fringe" nunca tuvo, ni lo que "Almost Human" nunca tendrá, y una vez más una actriz protagonista que me encanta. Y finalmente, "House of Cards", thriller político exquisito, con exquisitas interpretaciones de todo el elenco (destacando a Robin Wright y Kevin Spacey).

      Igual ya las ves, pero me apetecía recomendártelas ;)

      Un saludo, felices fiestas y muchas gracias por pasarte por nuestro Blog :)

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  3. Pues sí, estoy muy de acuerdo con lo que dices. Y en especial con lo de Lizzy Caplan. Gran serie

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    1. Hey Seldon!

      La verdad es que cuando vi la premisa, me dio miedo que no quisiera emular a "Mad Men" y que se quedara a medias, pero como digo en el post, creo que la serie ha sabido encontrar su propia voz y despegarse absolutamente de ella.

      Esperaremos ansiosos su segunda temporada, después del emocionante season finale ;)

      Un saludo, felices fiestas y gracias por comentar!

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