Acabada la tercera temporada de Homeland, nos quedamos con una duda:
¿de verdad habrá una cuarta temporada? Esta última temporada ha tenido
algunos altibajos y ha sido muy criticada por innecesaria, sin embargo
ha remontado hasta tal punto de haber batido un record histórico de
audiencia, siendo el episodio más visto con 2,4 millones de espectadores
en Estados Unidos y convirtiéndose así en la serie más vista de Showtime superando al
episodio final de Dexter.
[área SPOILER: si no has visto la 3ª temporada de Homeland es mejor que no sigas leyendo]
Durante
esta temporada hemos podido apreciar una división en cuatro partes, algunas más potentes que
otras y por eso han suscitado algunas críticas. Como una sobreactuada Claire Danes (aunque en mi opinión ese exceso de aspavientos y gesticulación es parte del personaje) las flojas subtramas de la familia Brody (llegaba a cansar la impertinente Dana) o la infidelidad de la mujer de Saúl (esto sí que resultó ser totalmente innecesario). Es cierto que estas subtramas, en general, no hacían avanzar demasiado la historia y que quizá se podrían haber desarrollado de otra manera.
Sin embargo, hemos podido disfrutar con varios giros que no han estado nada
mal: en primer lugar, digamos la primera parte de la temporada, en la
que Carrie era ingresada en un hospital psiquiátrico y todo parecía en
contra de ella, era en realidad una compleja y descabellada artimaña
ideada por Saúl. En segundo lugar, cuando parece que Brody ha vuelto a sentirse más
yihadista que yankee, y va a destapar los planes de la CIA a este nuevo
jefe de terroristas, pero lo que al final le destapa son los sesos con
un pisapapeles.
Y
no nos podemos olvidar de este final tan WTF: que maten al protagonista
se está poniendo de moda, y que lo hagan con dramatismo, más todavía.
El momento del ahorcamiento de Brody es espeluznante y el final, cuando
Carrie dibuja la estrella en la pared, te hace caer la lagrimilla si no
estabas llorando desde hacía un par de "Oh my God" telefónicos. Porque recordemos que esta no es una historia de héroes y vencedores, sino un drama político en el que el personaje de Brody, sin patria ni hogar, no queda recordado ni como héroe ni como víctima de guerra en esa pared de estrellas. Es muy valiente por parte de los productores tratar un tema como el terrorismo y la guerra de esta manera en la que prevalecen los intereses políticos ante las personas.
Pero...
¿ahora qué? Pues no sabemos cómo van a encarrilar la serie a una cuarta
temporada, nos tememos lo peor: que acabe cansando. He de reconocer
que después de aburrirme con algunos episodios, en general no ha estado
mal esta tercera temporada. Sin embargo no estoy ansiosamente esperando
una cuarta e incluso me gustaría que la hubieran terminado aquí. Ha sido
un buen final, incluso cerrado, y no entiendo por qué Carrie querría
volver a trabajar con la CIA. En fin, esperaremos a ver si nos
sorprenden con un buen cierre en la cuarta temporada y no con una
renovación a una quinta.
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