Situada en la tempestuosa ciudad de Seattle; la lluvia (como sucedía en Se7en de David Fincher) es el telón perfecto para esconder los crímenes que en ella se cometen, esa ciudad prácticamente rodeada de agua por todos los costados, por lo que sus profundidades se convierten en el cementerio perfecto para ocultar las víctimas de los crímenes más sórdidos. Pero esa lluvia no puede limpiar para siempre las trazas del delito, y los cuerpos hundidos tarde o temprano terminan saliendo a la superficie. Constantemente se nos muestran imágenes desde los interiores de los coches a través de sus cristales mojados, porque esa es la visión distorsionada que tienen los personajes de la realidad, es la manera en que los creadores de la serie quieren hacernos partícipes de la oscuridad, de la lobreguez, con la que los protagonistas ven todo lo que pasa frente a sus ojos, y por ello "The Killing" temporada tras temporada ha conseguido sorprendernos con sus insospechados culpables, que en mi caso, en ningún momento he visto venir con ninguna de las tres grandes historias de crímenes que la serie completa nos ha mostrado.
Claramente, durante sus 4 temporadas hemos sido los ojos de la agente Linden, por ello los responsables de la fotografía de la serie ya se han encargado de situar con bastante frecuencia la cámara a su espalda, a veces incluso pegada a su nuca (conocemos al detalle las caracterísiticas de su ceñida y larga coleta de color panocha), un punto de vista totalmente subjetivo que recuerda al de los personajes de la película "Elephant" de Gus Van Sant, que por un lado nos sumerge de lleno en los hechos y por otro lado resulta tremendamente inquietante, porque al igual que el propio personaje, no sabemos nunca lo que puede acecharle por la espalda. Sarah es un personaje algo incómodo, introvertido, de difícil trato, y con un físico que acompaña su rareza, esa piel blanca, ese cuello corto, esas arrugas en la frente (es una persona con una vida interior tortuosa, que ha tenido que pasar gran parte de su existencia con el ceño fruncido...), esa mirada ligeramente estrábica, ese pelo rojizo que también la convierte en un bicho raro (recordemos que menos del 1% de la población mundial son pelirrojos, por lo que esa particularidad les convierte prácticamente en una especie de mutación genética). Linden se preocupa mucho más por los muertos que por los vivos, se aboca de manera casi obsesiva a los casos que caen en sus manos, dejando de lado a sus parejas, a sus amigos e incluso a su hijo. En mi opinión, Mireille Enos, la actriz que ha encarnado a Linden, ha hecho un gran trabajo, que nunca ha sido reconocido por la academia. A ver si ahora que la serie ha sido finiquitada, se acuerdan de ella...
Pero la serie no sería lo que ha sido sin su partenaire, con el que forman una extraña pareja, con un aún más extraño URST incómodo y de difícil resolución. Estoy hablando de Stephen Holder (interpretado por Joel Kinnaman), un policía ex-drogadicto, con esa cara de malote, ese cabello grasiento y los cuatro pelos de su bigote y perilla, llega a Seattle para comenzar de cero su carrera y que pronto es el contrapunto perfecto para la rarita de Linden. Se protegen el uno al otro, incluso cuando saben que no están actuando correctamente. Sus conversaciones a altas horas de la madrugada en el interior de un coche con los cristales rociados con agua de lluvia, desprendían una intimidad real, palpable, pero también peculiar y diferente.
A partir de aquí, no seguid leyendo los que no hayáis visto aún la última temporada, porque puede contener SPOILERS, y luego no quiero disgustos... Esta última temporada no ha sido muy bien recibida por la crítica especializada, ha recibido una media de 5,3 en sus reviews, frente al 8,4 que recibió la primera, el 6,8 que recibió la segunda y el 6,9 que recibió la tercera, según Metacritic. En esta ocasión, no comparto la opinión con los profesionales en la materia. Cierto es, como he dicho antes que las dos últimas temporadas no están a la altura de las dos primeras, pero esta última ha sabido recoger lo que cosechó en la nueva trama abierta en la tercera temporada, todas las consecuencias tras descubrir la verdadera identidad de aquel asesino de chicas menores descarriadas, llamado "El flautista de Hamelin" ("The Pied Piper"), dado que atraía a sus víctimas con engaños, como el flautista del cuento atraía a las ratas con su flauta. Así esta última temporada retoma la acción justo en el momento después en el que la abandonamos en la anterior temporada, con Holder tranquilizando a Linden (que acaba de pegar dos tiros a Skinner, el policía que se encontraba tras la identidad del "Flautista" y que era a la vez amante de Linden). Holder le ha ayudado a borrar los rastros del crimen y a hundir el cuerpo de Skinner en las profundas aguas que rodean la ciudad de Seattle.
Esta vez la temporada, aunque con el tema del encubrimiento de la muerte de Skinner como trasfondo, ha centrado la trama en un caso de asesinato múltiple de una familia aparentemente perfecta (los Stansbury), de la que sólo se encuentra con vida el hijo mayor (Kyle), que ha recibido un tiro en la cabeza, pero que milagrosamente ha sobrevivido. Todo parece apuntar que ha sido él quien los mató, y que luego intentó, sin demasiado éxito, acabar con su propia vida. Pronto aparece la Coronel Margaret Rayne (la jefa de la academia militar en la que se encontraba internado Kyle), espléndidamente interpretada por Joan Allen (inolvidable por ejemplo en la película "La tormenta de hielo" de Ang Lee). Aquí a lo Jack Nicholson en "Alguno hombres buenos" como implacable coronel, vestida siempre con su uniforme y con un apretado moño a los Srta. Rottenmeier (yo espero que la nominen al Emmy a Mejor Artista Invitada, pero parece que la acedemia se olvida de "The Killing", como también se olvidó de la maravillosa interpretación que nos ofreció Peter Sarsgaard en la temporada anterior). Está claro que algo tienen las academias militares, con sus estrictos códigos de conducta, su represión, sus castigos, su competitividad, que las convierte en un inquietante escenario, ideal para crear misterios a lo "whodunnit" y la verdad es que ha funcionado la mar de bien para esta última temporada, en la que Linden, para variar, se ha obsesionado a lo grande con el caso del joven y conflictivo Kyle, que no recuerda nada de lo que ocurrió aquella noche, ni siquiera de si fue él mismo quien cometió los crímenes de la lujosa mansión de cristal de los Stansbury.
Este contexto militar también ha servido para sacar el lado más macarra e irónico de Holder que, como rebelde sin causa que es, no comparte para nada esa manera tan recta y estricta de pensar de las academias militares, con todas sus reglas y códigos de conducta, y no duda en burlarse de los soldaditos a los que interroga, refiriéndose a ellos como G.I.Joe's o Capitán América (ese humor burleta ha sido durante toda la serie una de las señas de identidad de este personaje). Como es habitual, la serie marea la perdiz para despistarnos sobre quién es verdaderamente el culpable del múltiple asesinato. Así nos presenta a un vecino de los Stansbury, que desde su casa, muy a lo "La ventana indiscreta" de Hitchcock, le hace fotos comprometedoras a la hija adolescente. Uno de los cadetes, que al parecer fue alumno de tenis de la fallecida Sra. Strasbury, con la que mantuvo un affaire cuando sólo tenía 16 años puede tener también papeletas para ser el responsable del crimen. Por lo que parece, la Sra. Strasbury (madre modelo) tenía una ferviente predilección por los chicos menores, incluso llegando a abusar de su propio hijo (Kyle), hecho que también le da a éste un posible móvil para ser el responsable de los crímenes; o cuando las sospechas se tornan hacia la Coronel Margaret Rayne (dado que descubrimos que mantuvo un affaire con el Sr. Stransbury (telita con la familia perfecta esta, la única que se salvaba era la niña de 6 años, y porque aún no había tenido tiempo de pecar...). Todas estas estrategias de los guionistas para despistarnos sobre el desenlace, siguen con el telón de fondo del tema de Skinner, cuya hija está buscando a su padre y a Linden y Holder cada vez les resulta más difícil soportar el peso de la mentira que están intentando tapar.
No desvelaré completamente el desenlace, pero sí que analizaré un poco cómo los creadores de la serie han decidido concluir a trama. El último episodio ha sido dirigido por Jonathan Demme (el director de la magistral "El silencio de los corderos"). A lo largo de la temporada, el crimen de Skinner se ha ido destapando y todos creemos que Linden terminará entre rejas, porque aunque mató al asesino de no-sé-cuántas chicas, cuyos cuerpos jamás serán encontrados, dado que yacen en el fondo de las aguas de la bahía, Linden le disparó sin motivo, pudiéndole haber arrestado, y para más inri, ocultó el cadáver bajo las mismas aguas donde yacían los cuerpos de sus víctimas. Pero finalmente no es así. Una aparición estelar de Billy Campbell (el senador Richmond de la primera temporada, obligado a vivir en un silla de ruedas por el resto de sus días) llega a la sala de interrogaciones donde se encuentra detenida Linden y le pasa unos documentos donde pone que Skinner se suicidó. Richmond no quiere un escándalo más, un policía responsable de todas aquellas muertes no es una buena publicidad para una ciudad que ya ha tenido que lidiar con casos muy escabrosos en los últimos años.
Finalmente, se nos presenta a modo de epílogo unas imágenes de la vida de los personajes unos años después. Holder se ha retirado del cuerpo de policía y trabaja en un grupo de terapia y Linden regresa a Seattle, también retirada del cuerpo, para visitar a Holder. A éste se le ilumina la cara al verla (claro, la quiere...). Allí tienen una conversación algo incómoda, pero enternecedora, donde Linden suelta una verdadera perla cuando dice "Quizá el hogar éramos nosotros, juntos, en ese estúpido coche. Eso lo era todo." Aún así Linden parece no querer comenzar una nueva vida con Holder en la que para ella es una ciudad llena de muertos, por fin quiere estar con los vivos. Así que Linden decide marcharse y contemplar Seattle desde el otro lado del lago, como en el póster. Pero ahí es donde los guionistas vuelven a jugar con nosotros por última vez, cuando Linden decide volver a ir a buscar a Holder y comenzar con él algo más que una relación de amistad o de camaradería, porque todos sabemos que estos dos seres extraños en el fondo están hechos el uno para el otro. Un final inesperadamente feliz para una serie muy que se ha caracterizado mayormente por su sombría oscuridad.
Este año "The Killing" no podía optar a los Emmy, el año que viene podrá pero mucho me temo que, tristemente, volverán a ningunearla. No entiendo cómo la crítica pudo alabar su primera temporada y realmente dejarse llevar en la segunda por la jauría de "fans" en contra. Calidad nunca ha perdido.
ResponderEliminarBuenas telefila!
EliminarCoincido totalmente contigo. Los premios han ninguneado totalmente esta fantástica serie y creo que ha tenido un final a la altura y unas grandes interpretaciones por parte de todos y cada uno de los miembros del reparto, especial mención a Mireille Enos y a Joan Allen. Ya veremos si para los Emmys 2015 les cae alguna cosilla.
Muchas gracias por pasarte por el blog y comentar ;)
Saludos!
Excelente serie, me encanto el final.
ResponderEliminarCoincido completamente, final totalmente satisfactorio.
EliminarMuchas gracias por pasarte por el blog y comentar :)
Saludos!
Súper serie.donde puedo conseguir la cuarta
ResponderEliminarEsta serie me tiene súper enganchada pero solo e podido conseguir la primera segunda y tercera temporada me gustaría poder conseguir la cuarta.
ResponderEliminarMe gustan muchisimo los protagonistas porque aparte de sus rarezas solo hay que ver como la mira el a ella me encanta esa atracción que siente por ella por supuesto la trama también claro.Un saludo
Buenas Sonia!
EliminarHa sido una gran serie y ha tenido un final a su altura ;)
Puedes encontrar la cuarta temporada en Seriesly o en Series Pepito, en esta segunda puedes hacer descarga on-line sin necesidad de registrarte ;)
Muchas gracias por pasarte por el blog y comentar :)
Saludos!
"The Killing" me ha conquistado totalmente. Los dos protagonistas, junto a las tramas de los dos bloques me han dejado con la boca abierta. Fantástica fotografía y ambientación. Y que decir del final, pues que me quedé tan flipado que me cayó alguna lagrimilla. Como bien dices, un poco de felicidad para esos protagonistas tan atormentados, fue justo y merecido, además de sorprendente. Un 10 para las 4 temporadas y un 10 para Mireille y Joel.
ResponderEliminarBuenas Joel!
ResponderEliminarRealmente ha sido una serie redonda. USA no siempre la acierta con los remakes, pero en este caso tengo que quitarme el sombrero. Todos los aspectos que mencionas en tu comentario (fotografía, ambientación, actores, ...) son fantásticos y lo mejor y más difícil, ha tenido un cierre digno, algo tan complicado para las series, cuyos finales muchas veces tienden a decepcionarnos.
Muchas gracias por pasarte por el blog y comentar ;)
Un saludo!
Exelente serie,ayer ternine de verla...un digno final. Lastima que no hayan más temporadas. Lo bueno dura poco.
ResponderEliminarBuenas Dianna, perdona por tardar tanto en responder. Totalmente cirto, una gran serie, que demuestra que no todos los remakes son malos, si se hacen con buen gusto y talento. Es cierto que duró poco, pero yo soy partidario de series cortas y bien hechas, mejor que las que alargan innecesariamente y las estropean ;)
EliminarUn saludo y muchas gracias por comentar :)
Gran serie, y el final es contrapunto perfecto a tanta oscuridad y tristeza. Todas las temporadas te mantienen en vilo. También estoy de acuerdo en que no hay que alargar más de la cuenta una serie. Temporada 1 y 2 fueron fantásticas, con un final sorprendente que nadie esperaba. La 3 igual, el malo era el menos previsto. Y la 4 cierra (en sólo 6 capítulos) lo pendiente de la 3; y añade una academia militar y un asesinato múltiple de una familia "perfecta" y adinerada. Guiños a las 2 primeras temporadas, incluso vuelve Richmond para cerrar el círculo.
ResponderEliminarLa pareja protagonista estaba compuesta por 2 notables policías, a cada cual más desastre fuera de su trabajo: una loca atormentada y un ex-drogadicto. Es normal que tras resolver 3 casos complicados -el de Rossie Larsen, el del flautista de Hamelín y el de la familia rica- abandonen el cuerpo. Se les perdona a ella y a él el asesinato y el encubrimiento respectivamente de su jefe. Un jefe por cierto que era una escoria y no lo vimos venir. Grandes interpretaciones de todo el reparto: desde los Larsen (padre, madre y hermana), Joan Allen muy en la línea de Jack Nocholson en "algunos hombres buenos", los falsos culpables (profesor del instituto, el pastor,etc), las menores sin hogar, los políticos, los policías buenos y no tan buenos... Incluso Jonathan Demme dirige un episodio, ¿qué más se puede pedir?
Buenas! Un poco tarde pero no menos contenta con el final de The Killing. Acabo de terminarla y LA AMÉ. Amé todas y cada una de la cosas que pasaron. Y concuerdo con tu review! Pero lo que más me gustó fue el final en el que ellos finalmente terminan juntos! Ya habia perdido la esperanza realmente... me hubiera gustado un beso no voy a negar. Pero igualmente me encantó el final. Los voy a extrañar mucho!
ResponderEliminarOdie el final de la 3era temporada. Por la injusticia en la muerte de Ray, con el cual lloré (exelente actuación de Peter Sagaard) yxq linden no pudo contener sus emociones e hizo todo lo que le pidió skiner, le facilitó la vida.
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