Mi nombre es Sydney Bristow. Hace siete años me reclutó una rama secreta de la CIA: el SD-6. Juré guardar el secreto, pero no pude evitar ocultárselo a mi prometido. Y cuando el jefe del SD-6 lo averiguó, hizo que lo mataran. Fue entonces cuando descubrí la verdad. El SD-6 no es parte de la CIA. Había estado trabajando para la misma gente contra la que creía estar luchando. Así que fui al único sitio donde podían ayudarme a derrotarlos. Ahora, soy una doble agente de la CIA, mi supervisor se llama Michael Vaughn. Sólo otra persona sabe la verdad sobre lo que hago. Otro doble agente dentro del SD-6. Alguien a quien apenas conozco. Mi padre. Con esta cabecera comenzaron todos los episodios de la primera temporada y gran parte de los de la segunda de "Alias" (2001-2006), un muy entretenido cocktail que mezcla espionaje, acción, romance y aventuras con un cierto toque místico, fruto de la tramposa, pero no por ello menos privilegiada mente pensante de nuestro "amiguito" JJ Abrams, y digo "amiguito", así con, para qué negarlo, un poco de ritintín, porque hay que reconocer que es un crack creando personajes, domina las líneas temporales y las técnicas para crear tensión, emoción e intriga como pocos, crea unos cliffhangers de final de temporada de infarto, pero, en mi opninión, no sabe cumplir con las expectativas que genera, dejando siempre demasiados interrogantes por resolver (lo digo con conocimiento de causa, que he deborado de principio a fin "Lost" y "Fringe").
Sydney Bristow (interpretada por Jennifer Garner, papel por el que ganó el Emmy en 2001 y fue nominada al Golden Globe durante 4 veces consecutivas) era una Wonder Woman a lo "las chicas son guerreras", tipo Tomb Raider o Nikita. Sus habilidades rayaban lo sobrenatural y sus peleas, especialmente contra otros superagentes femeninos (como su archienemiga Anna Espinoza) eran deliciosas "catfights" de lo más kitsch. Desconozco la fórmula de las pastillitas mágicas que se tomaba esta buena mujer, que le permitían llevar siempre dos misiones a la vez, una para los malos (SD-6) y otra para los buenos (la CIA), luciendo siempre fantástica, sin que sus amigos y profesores de la universidad se dieran cuenta de nada, llegando siempre fresca como una rosa a casa (en un episodio Sydney reconoce que tiene que llevar un montón de maquillaje para disimular los moretones...). Los modelitos y pelucas de todos los tamaños y colores que lucía Sydney eran lo más; cuando sabías que iba a comenzar una de esas misiones sin sentido que tenían lugar durante toda la serie, no veías el momento de ver el modelito que nos tenían preparado para la ocasión. En la quinta temporada, Sydney le dice a Michael Vaughn que cuando todo acabe, quiere buscar un trabajo donde no tenga que llevar peluca cada día. Aquí os dejamos un vídeo montaje de algunos de sus looks:
Uno de los platos fuertes de la serie fue su conseguidísimo URST. La chispas entre Sydney y Michael traspasaban la pantalla (y así fue, dado que Jennifer Garner y Michael Vartan salieron entre 2003 y 2004, antes de que la Garner conociera a Ben Affleck en "Daredevil", se casara con él y se pusiera a parir pequeños "afflecks" como una coneja). Sus encuentros clandestinos en esa especie de oscuro alamacén, donde, contra todo pronóstico, surge el amor no tenían desperdicio. O las constantes "pseudo-citas" en los lugares menos pensados (tiendas de flores, estaciones, transportes públicos, supermercados, etc), siempre sin poder mirarse a los ojos, lugares en los que quedaban tras la llamada de Michael a casa de Sydney preguntando por Joey's Pizza, a lo que ella respondía "Lo siento se equivoca..." y ya sabía que tenía que acudir a la ansiada cita con su mentor. Inolvidable fue la escena en la que Vaughn intenta entrenar a Sydney a engañar al detector de mentiras: para calentar, Michael le pregunta si está interesada románticamente en alguien, ella responde que no y la máquina se pone a pitar como una posesa; Michael con una pícara sonrisilla dibujada en el rostro dice "Interesante..." Sin olvidar al amigo de toda la vida de Sydney, Will Tippin (interpretado por el ahora archiconocidísimo y archihombre-más-deseado-del-momento, Bradley Cooper), que estaba enamorado de su amiga en secreto, con lo que ya teníamos asentado el triángulo amoroso. No tiene desperdicio el momento en qué Tippin entra a colaborar para la CIA y éste conoce a Vaughn, los celos entre ellos eran de colores fosforitos. Para los que éramos más de Tippin que de Vaughn, los guionistas nos dieron una pequeña gratificación cuando en la tercera temporada recuperaron al personaje de Tippin para un par de episodios y éstos tuvieron un apasionado polvete en una cabaña en medio del bosque, claro es que en las cabañas en medio del bosque no hay televisión... Incluso si estiramos un poco la cosa, podemos decir que entre Sydney y Sark (uno de los malos malísimos de la serie) había una cierta atracción a lo Buffy/Spike. Otro rubio más para añadir a esta colección de muchachos que podríamos llamar "los rubitos de la Bristow".
Las misiones eran lo de menos, buscando siempre los malditos artilugios de ese visionario de la época medieval llamado Milo Rambaldi. Quién era Rambladi y para qué servían sus quiméricos artefactos poco nos importaba. A veces como espectadores, no acababamos de entender ni en qué consistían las misones en las que tenía que trabajar Sydney, eran sólo una excusa para disfrutar de entretenidas secuencias de acción y de los diferentes modelitos de la Bristow. Lo que buscaban en las misiones era lo que Hitchcock en sus películas llamaba el "MacGuffin" (un elemento de suspense que hace que los personajes avancen en la trama, pero que no tiene mayor relevancia en la trama en sí). Abrams repitió esta fórmula en su primera incursión en la pantalla grande "Mision Imposible III", que al fin y al cabo era un episodio de "Alias" alargado, donde Ethan Hunt se pasa más de dos horas buscando un artefacto llamado "la pata de conejo", qué era y para qué servía dicho artilugio?, nunca lo supe... Eso sí, con las misiones de la serie se recorrieron todo el mundo "sin salir de L.A", cerrando lo suficientemente los planos y con decorados más o menos convincentes, te hacían creer que estabas en el Polo Norte, en Panamá o incluso en Barcelona.
Con la segunda temporada, llegaron muchas novedades, sobre todo porque, tras el rotundo éxito de la primera temporada, Abrams disponía de un presupuesto mucho mayor. Esto se notó en que los "gadgets" de Marshall (el técnico de las misiones, un encantador inventor chiflado muy muy friki, que viene a ser lo que Q a James Bond), eran mucho más grandes y sofisticados (por ejemplo, maletines que se convierten en patinetes motorizados que se mueven a velocidades ultrasónicas). También los looks de Sydney eran más estupendos, con más pelucas y más outfits sexys. Todo era como más "flipao", pero funcionaba de maravilla. No dejaba de tener gracia que tuvieran gadgets técnicos tan futuristas, pero que las pantallas de algunos ordenadores todavía no eran planas...
Pero el mayor logro de la segunda temporada fue, sin menospreciar al malvado Arvin Sloane (interpretado por Ron Rifkin) y el muy interesante personaje de su mujer Emily (interpretada por Amy Irving, quien fuera la mejor amiga de Carrie en la homónima película de Brian DePalma, basada en la novela de Stephen King), fue la incursión de la madre de Sydney (Irina Derevko), a la que creíamos muerta durante gran parte de la primera temporada, que fue magistralmente interpretada por Lena Olin. Su aparición fue bastante espectacular, sobre todo cuando al principio de la segunda temporada se entrega a la CIA y es encerrada en una especie de celda de cristal a lo Hannibal Lecter. Irina dice que se ha entregado para dar información valiosa que ayudará a destruir al enemigo, pero que sólo colaborará hablando directamente con su hija.
Las escenas de Sydney hablando con su querida mamá a través del cristal tienen un magnetismo televisivo brutal, sobre todo porque nunca sabes si Irina quiere realmente colaborar o todo forma parte de un doble juego. Su pausada y calmada forma de hablar, su intrigante y bello rostro, su atractivo, sus posturas de meditación, sus ajustadas vestimentas negras, dando siempre la sensación de ser una persona serena que habla como si fuera Yoda. La extraña relación de este personaje y Vaughn, ya que años atrás ella misma asesinó a su padre (que también era agente de la CIA, ella trabajaba en aquel entonces para la KGB). Y la aún más extraña relación con su marido (el padre de Sydney, Jack Bristow, interpretado por Victor Garber), que aunque dice no fiarse, claramente sigue enamorado de ella. Incluso Papá Bristow, Mamá Bristow y Bebé Bristow llegan a ir de misión juntos, donde Irina lleva un collar que explotará si intenta escaparse. Más adelante, irán apareciendo otras malvadas hermanitas Derevko (que serán interpretadas por Isabella Rosellini y Sonia Braga), son como las muñecas rusas, siempre queda alguna otra por descubrir...
Como hemos dicho antes los Cliffhangers de final de temporada eran impresionantes, demostraban ya la buena mano de Abrams para el medio televisivo, consolidados más adelante con "Lost", donde eran de paro cardíaco. El giro argumental tras el cliffhanger de la segunda temporada en el que Sydney aparecía inconsciente en un sótano de Hong Kong, cuando despierta han transcurrido dos años de su vida de los que no recuerda nada... Durante esos dos años, Vaughn ha abandonado la CIA, es profesor de francés y se ha casado (nuevo triángulo amoroso entre Sydney, Michael y Lauren, la nueva esposa de Vaughn); el padre de Sydney está en la cárcel por haber colaborado con Irina, intentando encontrar a Sydney y Sloane ahora es un "buen samaritano" que lleva una fundación que ayuda a curar el cáncer...
Durante toda la serie surgieron todos los tics característicos de los trabajos de Abrams: los experimentos que hicieron con Sydney cuando era pequeña para entrenarla como futura agente volverán a aparecer en el personaje principal de "Fringe" (Olivia Dunham), la imagen de Vaughn "muriendo ahogado" al que vemos a través de un ojo de buey echando su última mirada a Sydney será prácticamente imitada milimétricamente en la maravillosa escena de "It's not Penny's boat..." de "Lost", entre muchos otros. Como curiosidad, decir que en un episodio de la cuarta temporada en la que Bristow se encuentra en el aeropuerto de Sidney (Australia), por megafonía se oye como anuncian la salida del vuelo de Oceanic 815 de la serie "Lost". También queremos destacar la amplia colección de artistas invitados que se pasearon por las cinco temporadas de la serie: Quentin Tarantino, Ethan Hawke, Christian Slater, Faye Dunaway, Roger Moore, Terry O'Quinn (antes de volver a colaborar con Abrams interpretando a Locke en "Lost"), Angela Basset, David Carradine, entre muchos otros.
Desgraciadamente, la serie tuvo una conclusión muy por debajo de sus expectativas. La serie comenzó a perder gas a partir de su cuarta temporada, que coincidió con el momento en qué Abrams se enfrascó en su nuevo proyecto ("Lost") y dejó "Alias" un poco a la deriva. Si a esto le sumamos que en la quinta temporada Jennifer Garner se quedó embarazada y no pudo encargarse de su papel, como a nosotros nos gustaba verla..., la fórmula no acabó de funcionar. Aún así, tenemos que reconocer que la serie nos ofreció grandes momentos, grandes giros, grandes secuencias de acción y unos personajes para la posteridad.
Javi [ER]
ResponderEliminarUn artículo como este es el que venía necesitando para ahorrarme ver la serie...xDD
Asi q el transoceanic 815 en realidad se estrelló porque rimbaldi lo quiso y sydney aquel día no llevaba la peluca adecuada para llevar a cabo la misión...
Ya sabes que nadie sabrá a ciencia cierta por qué se estrelló el vuelo Oceanic 815, por muchas veces que veamos "LOST"... Y la verdad es que las pelucas de la Bristow eran lo más ;)
EliminarAlias fue de mis series favoritas, el montón de famosos que pasaron por la serie, lo que más me gustó de la serie fue la historia de amor de Sidney y Vaughn, el personaje de Irina Derevko era de lo mejor de la serie si te digo me gustaba mucho más que Arvin Sloane, otra villana que me encantó la malvada esposa de Vaughn Lauren y su madre que era tan mala como ella interpretada por Peggy Lipton la que hacía de Norma Jennings en twin peaks, los cliffhanger eran alucinantes y el último episodio de mis favoritos.
ResponderEliminarGracias por postear un comentario en esta sección. Previously es una de las secciones que más me gusta y de la que tengo menos posts, porque me cuesta un montón valorar una serie en su totalidad, recordando todos sus buenos y malos momentos.
Eliminar"Alias" tuvo un montón de buenos y magníficos personajes. JJ Abrams es muy bueno caracterizando personajes y dándoles una historia, un pasado, recordemos que ese era uno de los puntos fuertes de "Lost", serie a la que le debo un Previously, a ver si este año me animo a hacérselo.
El URST entre Sidney y Michael me mantuvo enganchadísimo, realmente porque sabemos que Jennifer Garner es la señora de Ben Affleck, que si no pensaríamos que ahí hubo algo...
Maravillosa Irina Derevko. Una mala entre las malas para la posteridad!
Saludotes!