La película presenta tres mujeres totalmente distintas, con situaciones totalmente distintas y en épocas en las que el tema del aborto es encajado por la sociedad de maneras muy distintas. Así, tenemos una primera historia que se desarrolla a principios de los años 50, cuando el aborto estaba terminantemente prohibido y se consideraba un delito, un asesinato. En este contexto encontramos a la enfermera Claire Donnelly (Demi Moore, también productora de la cinta), una mujer fuerte que se quedó viuda tras la guerra y que durante los meses de duelo posteriores a la muerte de su marido, buscó consuelo en su cuñado, teniendo un affaire con él, fruto del cual quedó embarazada. Para ahorrarle la vergüenza a la familia, Claire quiere terminar con el embarazo cueste lo que cueste, por ese motivo en un momento del film intenta auto-practicarse un aborto en el baño de su casa con una aguja de tejer, pero el dolor la frena. Finalmente, decide ponerse en manos de un matasanos que practica abortos de manera clandestina.


Este es quizás el segmento menos impactante, porque no ofrece ningún momento visualmente impactante o perturbador; es más bien un conflicto interior, que una actriz de la talla de Sissy Spacek interpreta de maravilla, con tristes matices en su mirada que reflejan la frustración y el desconsuelo de una mujer de mediana edad que no puede elegir a pesar de que la ley la ampare.
En el último segmento nos movemos a mediados de los años 90', donde Christine Cullen (Anne Heche) es una estudiante universitaria que ha tenido una aventura con uno de sus profesores, que está casado y que muy amablemente la ha dado un sobre lleno de dinero para que se dirija a una clínica y termine con el embarazo. Esta clínica está dirigida por la Dra. Beth Thompson (Cher), que a puntito estaba de romper las salas de baile con su petardísimo álbum 'Believe', una mujer fuerte que cada día antes de entrar a trabajar tiene que atravesar una marabunta humana de manifestantes antiabortistas dispuestos a matarla, por lo que se ve obligada a ir al trabajo con un chaleco antibalas, casi nada..., es que la Cher es strong enough para esto y para más... Christine se debate entre si tenerlo o no, consulta con su mejor amiga, con la psicóloga de la clínica, intenta explicárselo a su madre sin demasiado éxito...
Este segmento también es especialmente duro, sobre todo debido a su impactante final, que no revelaré para evitar indeseados spoilers a los que quieran descubrir esta interesante TV-Movie de la HBO. Sólo diré que, en mi opinión hace una punzante crítica contra la sociedad americana, que cuestiona temas como el aborto, pero sigue permitiendo adquirir licencias de armas a los habitantes estadounidenses.
La película defiende que los años pasan, pero que el aborto sigue teniendo un peso ético enrome sobre los hombros de la mujer. Es ella quien se encuentra sola ante el peligro, quien debe hacer frente a la decisión final, quien debe atenerse al rechazo que esa decisión, sea cual sea, puede ocasionarle en su entorno. La película no es descaradamente pro-abortista, pero sí que pone de manifiesto los grandes peligros de la práctica de abortos ilegales. También nos habla de que el aumento de la beligerancia de los grupos ultra-religiosos es directamente proporcional a la libertad de la práctica del aborto, convirtiendo a estos grupos en auténticas bombas de relojería, capaces de usar la violencia desmedida contra aquellas mujeres que estén decididas a hacer uso de su derecho al aborto o contra las personas que se dedican a ello profesionalmente.
La película no lanza un mensaje demasiado optimista al respecto y deja abierto un debate, que aún a día de hoy, 18 años después de su estreno, sigue sin cerrarse.
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