Person of Interest: Samantha Jones

Con este post sé que haré que los millones de detractores de "Sex and the City" se rasguen las vestiduras e intenten lanzárseme a la yugular, porque es de esas series que o la odias o te encanta, no hay término medio, como dicen en "Tu casa a juicio" "La amarássss o la venderásss". Yo soy fans, así en plural (espero que la gente me siga leyendo después de haber reconocido esto...). Fue uno de los primeros éxitos de la prestigiosa cadena privada HBO, duró 6 temporadas entre 1998 y 2004, con un total de 94 episodios y que ha dado lugar, hasta la fecha, a dos películas que continúan mostrando las desventuras de las cuatro frívolas de Manhattan (Carrie, Miranda, Charlotte y Samantha).






Hello! My names is Fabulous es su mejor carta de presentación. Samantha Jones es la mayor de las cuatro perlas neoyorkinas (hasta la última temporada que no nos revela su verdadera edad "I'm forty-fucking-five and I have nothing to hide"), muy segura de sí misma (menos durante la época que se enamora del magnate hotelero Richard Wright, al que ella intencionadamente llama "Dick", y aflora toda su vulnerabilidad). Es una mujer de negocios del mundo de las Relaciones Públicas, una mujer fuerte (recordemos con qué entereza afronta todo el tema de su cáncer de mama), es directa, deslenguada (aunque con muchísma elegancia) y lasciva, con una libertad sexual absolutamente admirable: Ella se define diciendo "I'm a try-sexual. I try anything once". La enfermedad de trasmisión sexual a la que le tiene más miedo es la monogamia.

Te guste o no te guste su personaje, la verdad es que no pasa desapercibida. En el transcurso de las 6 temporadas se acostó con 40 hombres y una mujer (no olvidemos su fase lésbica), un hombre con el pene diminuto del que, ironías del destino, se enamora, otro con uno tan grande que ni le cabía (Mr. Too Big), un deja-fuck (alguien con el que cuando ya estaban enfrascados en el asunto, se dio cuenta que ya se habían acostado previamente), el hermano de Charlotte, un bombero, un hombre extremadamente bajito, un granjero, un adicto a la viagra, uno cuyo semen tenía un sabor demasiado fuerte, entre otros. Y muchos otros con los que lo intentó y no lo consiguió: un cura, un profesor de yoga que practicaba el celibato tántrico, incluso comienza un trío con una pareja de gays, que finalmente deciden que Samantha sobra.

Aquí os dejamos algunas de sus mejores frases y un vídeo con algunos de sus mejores momentos:

Charlotte: Miranda ha tenido un hijo!
Samantha: Justo lo que el mundo necesita. otro hombre.

Samantha: Los tríos están de moda. Son las mamadas de los noventa.
Charlotte: ¿Cuál era la "mamada" de los ochenta?
Samantha: El sexo anal.

Samantha (comprándose una picardías en una tienda): Es para el camarero buenorro de Raw. Me lo voy a tirar esta noche. Pero él aún no lo sabe.

Samantha (al teléfono con Carrie): Estoy tan jodida!
Carrie: ¿Qué te ha pasado?
Samantha: No, quiero decir literalmente. Me han follado en todas las posturas que uno puede ser follado.

Samantha (a Carrie): Tienes que empezar a conectarte a internet. Aunque sea sólo por el porno.

Samantha: La quimio me ha adelantado la menopausia. No os creeriáis los sofocos que tengo. Me cuesta mantenerme vestida.
Carrie: ¿En serio? ¿Cuál era tu excusa antes?

Miranda: No lo entiendo. ¿Por qué te tienen que dar quimio?
Carrie: Al parecer, puede quedar algo microscópico.
Samantha: Como su pene!
Carrie: Perdona, tienes cáncer o el síndrome de Tourette?

Samantha (hablando del sexo oral): La sensación de poder me pone. Estás de rodillas pero le tienes cogido por las pelotas.

Miranda: En serio ¿Por qué los heteros no tienen cuerpos como estos?
Carrie: Porque los gays tienen la posibilidad de practicar sexo en el gimnasio...
Samantha: Yo he practicado el sexo en el gimnasio...

Samantha (haciendo una barbacoa en el terrado de su nuevo apartamento): ¿Quién quiere una salchichilla?
Transexual (invitada a la fiesta): Cariño, estoy intentando deshacerme de ella...

Samantha: El matrimonio no garantiza un final feliz. Sólo un final...

Samantha (pensando que ya le ha llegado la menopausia, porque no le viene la regla): Chicas, lo que os diré os dejará algo sorprendidas, soy un poco más mayor que vosotras...

Carrie (hablando de un rollete): Resulta que es bisexual...
Samantha: Querida, eso te lo podría haber dicho yo, te llevó a patinar sobre hielo en la primera cita...

Hombre: Me parece que te conozco de algún sitio...
Samantha: Es muy posible que hayamos follado...

Samantha: Creo que oficialmente me he quedado sin hombres.Tendré que casarme o mudarme...

Samantha: Los hombres meten los cuernos por la misma razón que los perros se lamen las pelotas. Porque pueden. Forma parte de su biología.

Samantha: Si tuviera un hijo, le explicaría todo sobre el sexo.
Carrie: Si tuvieras un hijo, llamaríamos a Servicios Sociales...

El personaje era un caramelo para cualquier actriz de más de cuarenta años, pero en manos de Kim Cattrall cobró una nueva dimensión. Esta actriz de origen británico se mudó a Estados Unidos a los veintitantos para triunfar como actriz y participó en pelis ochenteras como "Loca academia de policía", "Golpe en la pequeña China" o "Maniquí". En 2003 ganó el Golden Globe por su papel de Samantha. Cattrall supo darle la justa medida de elegancia, descaro, naturalidad, comicidad y dramatismo que el personaje necesitaba. Memorable son algunas escenas como cuando se cuela en una piscina privada y finge ser una inglesa llamada Annabelle Bronstein o cuando le hacen un pequeño cuestionario antes de hacerse la prueba del VIH, cuando cree haber perdido su orgasmo y se pasa horas y horas masturbándose para ver si lo recupera, cuando piensa que Richard le mete los cuernos y le comienza a espiar con todo tipo de pelucas, entre muchos otros. Fans y detractores de "Sex and the City" no os neguéis el gustazo de dejaros seducir por la robaplanos de Samantha Jones que consiguió eclipsar al personaje protagonista de la serie Carrie Bradshaw.

David

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