viernes, 20 de febrero de 2015

El Seriátrico: Luz de luna (Moonlighting)


"Agencia de detectives Luz de luna. Le ayudaremos a resolver su caso, a su novio encontraremos y si necesita algún consejo, con gusto se lo daremos. Le han robado el monedero, con el ladrón daremos. Estamos en la brecha si el asesino acecha. Somos una agencia con clase y en los precios no hay desfase" Es uno de los ocurrentes versos que la Srta. DiPesto, aquí en España era la Srta. Topisto (secretaria y recepcionista de la agencia de detectives Luz de luna) soltaba cada vez que recibía una llamada. Ha llegado el momento de rendirle homenaje a esta serie de difícil clasificación: en parte comedia romántica, en parte serie detectivesca, y por otro lado metaserie, con sus constantes referencias a otras series, a películas o incluso a ella misma, cuando los protagonistas se dirigían a los espectadores, rompiendo la cuarta pared, aunque no de manera inquietante como Kevin Spacey en "House of Cards", sino de manera simpática y autorreferencial.


"Luz de luna" toma como punto de partido el momento en que Maddie Hayes (Cybill Shepherd), una modelo en horas bajas, cae en bancarrota. Su contable le aconseja que venda algunos de los negocios en los que invirtió, entre los que se encuentra una pequeña agencia de detectives, de la que prácticamente no había ni oído hablar. Maddie se dirige a la agencia con la intencíón de cerrarla, pero allí se encuentra con el descarado David Addison (un jovencito Bruce Willis), con el que rápidamente se crea un rifi-rafe que durará 5 temporadas y que no le pondrá las cosas fáciles a Maddie.


Cybill Shepherd ya era una estrella más o menos consolidada en aquel entonces cuando dio comienzo la serie en marzo de 1985 en la cadena ABC. Su belleza y su encanto eran innegables, pero su personaje de Maddie traspasó todas las expectativas. Ese peinado, que muchas mujeres de la época intentaron copiar llevando recortes del Teleindiscreta a su peluquera de toda la vida y diciéndole algo así como "Bonita, esto es lo que quiero...". Esas camisas de seda, que lucieron toda la gama cromática del rosa y los colores pastel. Esas hombreras que acentuaban todavía más las ya de por sí anchas espaldas de la actriz (eran los ochenta, si eras una working girl y no llevabas hombreras no eras nadie...). Siempre estupenda con su bolso a juego con los zapatos. Vamos, todo un fenómeno para la moda femenina de la época...


Pero si alguien sacó verdaderamente provecho de su intervención en "Luz de luna" fue el hasta entonces desconocido Bruce Willis, que con el insolente, deslenguado y encantador sinvergüenza David Addison consiguió ganársenos a todos. Con su media sonrisa picarona, esas entradas interesantes, su incontinencia verbal y esa miradita hizo que no sólo la buena de Maddie cayera rendida a sus pies, sino el propio Hollywood, puesto que este papel catapultó su carrera y lo convirtión en uno de los héroes de acción más emblemáticos (el John McClane de "La jungla de cristal"). Willis era 5 años más joven que su compañera de reparto, estrenó la serie pues con treinta añitos recién cumplidos. Sólo él era capaz de conseguir que algo tan hortera como llevar gafas de sol en una oficina o dentro de un bar nocturno tuviera un encanto especial. Incluso cuando aparecía tirado en su despacho, con ojeras y un aspecto andrajoso y desaliñado los lunes tras su fin de semana de juerga, tenía su encanto...

Está claro que una de las claves del éxito de la serie fue la química existente entre estos dos actores, una química que traspasaba la pantalla, un URST en toda regla. Estaba claro que estos dos eran algo más que socios. La entrañable Srta. DiPesto y todos los telespectadores estábamos convencidos de que estaban hechos el uno para el otro, sólo faltaba que ellos dieran un respiro a sus continuas trifulcas y se dieran cuenta de que todo eso no era más que un refrenado deseo de estar juntos. Sus peleas eran antológicas, imposible contar las sartas de improperios que se lanzaban, los puñetazos, bofetadas y pisotones que Maddie le arreó a David a lo largo de toda la serie. Constantes gritos saliendo de sus oficinas. La de veces que se tiraron jarrones de flores o pisapapeles en los depachos, cuyas puertas debían ser de madera de roble, para poder resistir el sinnúmero de portazos que les pegaron...


                                    David (le trae flores a Maddie): Las vi y me acordé de ti...
                                    Maddie: ¡Son de plástico!

En la tercera temporada, desarrollaron al máximo el potencial de la relación entre ellos, cuando hicieron aparecer un antiguo amor de juventud de Maddie (Sam, nada más y nada menos que un astronauta interpretado por Mark Harmon) y eso despierta los celos más irracionales en David, que incluso boicotea una velada de Maddie y Sam en un restaurante de etiqueta, con la excusa de que necesita hablar con ella sobre un caso de la agencia. Revisionándolos, me enganché un montón en esta parte. Todo ello fue el detonante de que David y Maddie terminaran juntos Aaunque sólo fuera durante algún tiempo) y de que tuvieran una primera cita oficial en una lavandería abierta las 24 horas, la escena de amor más romántica en una lavandería que he visto, con permiso de Isabel Coixet. Hacia el final de la tercera temporada, la actriz Cybill Shepherd se quedó embarazada, como la noticia no fue capaz de eludir a la prensa, tuvieron que adaptar el guión de la serie a la nueva situación.


Otro elemento entrañable, sobre todo si se revisiona la serie hoy en día, es ver cómo han cambiado las cosas. Esos detectives que sin usar los móviles eran capaces de comunicarse e incluso resolver casos, increíble pero cierto. Me encanta que en la agencia reciban cartas y no mails. Maddie en la era pre-Excel haciendo números de las ganancias de la agencia con una calculadora gigantesca a lo azafata del Un, dos, tres. Esos horterísimos (vistos desde la perspectiva actual) ascensores de paredes doradas que servían para llegar a la planta en la que se encontraba la agencia. Recursos televisivos que ahora resultan tremendamente retros, como la pantalla partida cuando David y Maddie hablan, perdón, discuten por teléfono. Revisisionando los episodios, me teletransporté completamente a aquella época en la que yo estaba en 5º de E.G.B y cada viernes comentaba con los compañeros de clase el episodio que TVE1 (no había mucha opción de canales para aquel entonces) había emitido la noche anterior.


Fue una serie pionera en muchos sentidos, a su creador Glenn Gordon Caron (que en el 2000 volvería a tener un gran éxito con la serie "Medium") le encantaba hacer experimentos; por ello pudimos ver un episodio ambientado en la Padua medieval, con todos los personajes vestidos como caballeros, doncellas y escuderos; otro en blanco y negro, presentado por el mismísimo Orson Welles, a lo cine noir, con Cybill Shepherd con un peinado a lo Rita Hayworth en "La dama de Shanghai" cantando con su propia voz el "Blue Moon" mientras Bruce Willis, le acompañaba a la trompeta; incluso un episodio presentado como un pseudo-documental. A los guionistas no les importó arriesgarse y en muchas ocasiones salieron airosos de los propios retos que se marcaron.


Algunos de los casos que tenían que resolver como detectives no estaban nada mal y eran bastante originales. Un caso en el que el "presunto" cadáver acaba convirtiéndose luego en el principal sospechoso de otro asesinato perpetuado tras su "presunta" muerte. Otro en la que el cadáver es un pintor cuya última obra antes de morir es un retrato de Maddie, al que ella no conocía, ni siquiera había posado para él. Una mujer, cuyo esposo acaba de fallecer y se planta en la agencia de Maddie y David para pedirles que velen al muerto la noche antes de ser incinerado, porque éste cuando estaba en vida juró matarla desde el más allá. Otro cliente pide los servicios de los detectives tras haber asesinado a su esposa, porque un día después de matarla, recibe una llamada de la víctima. Todo ello se prestó a que hubiera constantes escenas de acción, persecuciones de coches o luchas cuerpo a cuerpo en las azoteas de los edificios de Los Angeles. Se usaban muchos recursos de manual de guión cinematográfico, pero que funcionan a la perfección, como la ley que dice que si no ves a alguien morir en pantalla, aunque todo indique que ha muerto, puede seguir vivo.

Como he dicho antes, otro punto fuerte de la serie eran sus metarreferencias constantes, en las que los personajes mismos dejaban claro que se encontraban dentro de un programa de televisión, interpelando al espectador, o cuando se planteaba un dilema o una cuestión soltando frases como "A ver lo que dice el guión", o David cuando se encontraba en una situación que no tenía ni pies ni cabeza soltaba comentarios como "Están de huelga los guionistas ¿o qué?" . O incluso a veces ellos mismos eran los que presentaban el episodio, como si se tratara de "La hora de Alfred Hitchcock".

La serie fue cancelada repentinamente en su quinta temporada. Cybill Shepherd había dado a luz a gemelos, por lo que andaba algo ocupada, Bruce Willis estaba bastante ocupado ahora que era una estrella solicitada en Hollywood gracias a su intervención en "La jungla de cristal" y las audiencias de la serie habían caído estrepitosamente. Su final fue precipitado, pero una vez más el ingenioso equipo de guionistas dio con un recurso original. Tras la boda de Agenes y Herbert, David y Maddie regresan a la agencia y se encuentran con un grupo de gente retirando el decorado. Ellos no entienden lo que está pasando hasta que un productor ejecutivo de la cadena ABC les notifica que la serie ha sido cancelada, que la gente ya no soportaba más sus gritos y que no había podido aguantar que nunca terminaran juntos. Incluso durante ese episodio se estaba llevando un caso de la semana (el ahora emblemático "Caso Anselmo"), que quedará eternamente por resolver, debido al repentino y agridulce final de la serie.


Por siempre, Maddie Hayes, David Addison, Agnes DiPesto, con el noviete que le encontraron hacia la tercera temporada el Sr. Herbert Viola o incluso un espontáneo de la oficina, que de vez en cuando tenía su minuto de gloria a parte de un apellido ridículo MacGillicudy, formaran parte de la historia de la televisión para toda una generación que no se olvida de esta maravillosa serie.

David




10 comentarios:

  1. ¡Que puntazo! Justo empecé a verla la semana pasada*, a capítulo por domingo, como la emitían en la tele en su día . Nada de maratones.... como un buen vino, hay que degustarla lentamente.

    Increíble lo bien que ha envejecido esta serie. Esos planos y estilos del cine ochentero dan una nostalgia simpática. Lo que comentas de las pintas de los protas, Je je, no vamos a entrar... pero si que resulta "raro" verlo ahora.

    IMHO de las primeras series (o por lo menos la que más éxito tuvo) en desarrollar URST en todo regla (estoy recordando que tanto "El perro y el gato" como "Remington Steel" vinieron después)

    La serie es una joya. Desde que empecé a verla, todos los días esperando a que llegue el domingos para poder ponerme mi capítulo semanal.... con esa melodía que pone la piel de gallina.

    Lagrimilla nostálgica

    *Hay un nuevo ripeo en piratebay con calidad mkv que da tres vueltas a las versiones disponibles antes.

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    1. Buenas!

      Qué casualidad! Yo cuando era peque la veía sistemáticamente los jueves por la noche, ese día mis padres me dejaban irme a dormir a las diex y media excepcionalmente, aunque tuviera cole al día siguiente :)

      Me encantaba y lo sorprendente es que he visto como unos 20 episodios hace una semana para preparar este post (de diferentes temporadas, una selección) y, como tú bien dices, la serie ha madurado muy bien, sigue funcionando, la química entre los protagonistas, los experimentos de los quionistas, los casos, las tramas más culebronescas, todo. Me han dado ganas de revisionarla al completo, como estás haciendo tú, algo que no descarto hacer en las vacaciones de verano, cuando tenga un relativo descanso del montonazo de series que estoy siguiendo ;)

      Muchas gracias por pasarte por el blog y comentar :)

      Un saludo!

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  2. ¡Hola! Me he encantado el artículo :) lo leí porque soy la chica que colgó el vídeo de Luz de luna (el momentazo del beso) y sentí curiosidad por tu comentario.

    Yo soy algo más "rara", puesto que me vicié a ella con 18 años (tengo 22 ahora), en pleno sigo XXI ya. Gracias a Luz de luna empecé a admirar tanto a Bruce Willis como a Cybill Shepherd. Siempre estarán en mi TOP de parejas favoritas de la TV.

    Ojalá y la hubiesen acabado en la 3ª temporada... Sinceramente: odio el final. Lloré de lo malo que me pareció.

    Como capítulo curioso... nunca olvidaré el de la mujer que decía que era un duende y que buscaban su olla de oro xD era TAN surrealista... Por suerte una amiga me regaló todas las temporadas en DVD :')

    Un saludo ^^ me alegra que hayas dejado el enlace en el vídeo!

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    1. Buenas Esmeralda!

      Me alegra mucho que te haya gustado el artículo. Lo hice con un montón de cariño, porque me recuerda a toda una época.

      Tienes razón que ambos actores son geniales. Cybill ya era conocida entonces, pero el descubrimiento de Bruce fue todo un bombazo en aquellos años. Todos queríamos ser gamberros como David Addison :)

      No recuerdo el episodio del duende, ¿te acuerdas del título para que lo revisione? Me has generado curiosidad ;)

      Yo tengo la primera en DVD, los otros episodios los revisioné on-line para hacer el artículo. Yo ahora también me alegro de haber dejado el comentario ;)

      Un saludote y muchísimas gracias por dedicarle un tiempo a leer el post y a comentar :)

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    2. El capítulo del que hablo es de la segunda temporada, se titula "En algún lugar bajo el arco iris" :) siento haber tardado en responder.

      ¡Un saludo!

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    3. Muchas gracias!

      Me lo descargaré y lo miraré ;)

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    4. me encantan estas series clasicas americanas ...ahora volvi a verlas x youtu,dobladas al español horrible ..como conseguirlas en latin ?

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    5. Buenas! La verdad es que es una muy buena serie.No sé dónde las puedes encontrar en latino. Yo las vi en español y algunos episodios en inglés ;)

      Gracias por pasarte por el blog y comentar ;)

      Saludos!

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    6. Magia bendita.. qué recuerdos! Yo veía esa serie en el mejor momento: mi adolescencia. Me enamoré de Cybill Shepherd aunque me llevara 25 años y disfrutaba como un enano. 25 años después la vuelvo a ver y me doy cuenta de lo buena que era. Bruce y Cybill cobra vida nueva al oírlos en versión original, pero me quito el sobrero por el magnífico doblaje de Ramón Langa y su compañera.

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    7. Buenas Diego!

      La verdad es que yo disfruté un montón revisionando algunos de los episodios para escribir este post. Tengo totalmente pendiente volver a verla de principio a fin y en VO.

      Muchas gracias por pasarte por el blog y comentar :)

      Un saludo!

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