Person of Interest: Joan Harris

Es curioso que en una serie que lleva por título "Mad Men", los personajes femeninos hayan llegado a ser mucho más interesantes que los masculinos: Joan Harris, Peggy Olson, Betty Draper, Megan Draper y Sally Draper han conseguido comerse con papas a todos estos hombres locos que se pasean por la pantalla fumando como carreteros, bebiendo whisky como cosacos y revolucionando el mundo de la publicidad de los años 60'. En motivo del estreno de la séptima y última temporada de la serie el pasado domingo día 13 de abril, hemos decidido dedicarle un "Person of Interest" a una mujer con unas curvas de vértigo, una piel de porcelana y un pelo rojo pasión; una mujerona que desprende sensualidad por todos y cada uno de sus poros... Se trata de una especie de Venus, una versión pelirroja de Marylin Monroe, Jessica Rabbit en su versión de carne y hueso, que no es que sea mala, es que los guionistas la han creado así. Estoy hablando de Joan Harris, Joan Holloway cuando era soltera, o simplemente Red, como la llama cariñosamente Roger Sterling.

Joan no camina, se contornea y desliza por la pantalla como la serpiente del Paraíso. Joan es la jugosa manzana de la tentación que todos los hombres de la agencia de publicidad desean morder. Yo cuando se pasea dando esos hermosos golpes de cadera, me imagino unos acompasados sonidos de tambor (tum, tum, tum...), que reflejan a la vez el acelerado ritmo de los corozanes de los hombres que no pueden evitar girarse al verla pasar. Porque Joan es una mujer segura de si misma y totalmente consciente del efecto que su descomunal físico causa sobre los hombres; por eso sabe jugar sus cartas de mujer como nadie. Sofisticada, exquisita, elegante, sensual, delicada, pero a la vez fuerte, extremadamente inteligente y perspicaz, tiene muy claro las limitaciones del papel que le toca desempeñar en su trabajo, y sabe cómo conseguir sacar el máximo partido de ellas. Joan es tremendamente resolutiva ante situaciones difíciles, sabe en todo momento cómo debe actuar (como en el accidente gore que tiene lugar en el episodio 3x06), [Spoiler] donde un joven inglés pierde los dedos del pie porque una torpe secretaria con algunas copillas de más en su haber le pasa por encima con un cortacésped en un guateque que los mad men se montan en las oficinas Sterling/Cooper. Pues bien, Joan muestra su sangre fría ante la situación, siendo la única capaz de guardar el tipo ante el espeluznante acontecimiento. Más tarde, en la sala de espera de Urgencias suelta la frase-perla: "Un minuto estás en la cima del mundo, y en el siguiente una secretaria mindungui te rebana el pie con un cortacésped". 

Joan tiena la esencia de una femme fatale, es complicada, impredecible, pícara, atrevida, es la abeja reina de la colmena. Sin ella la empresa no funcionaría, y lo mejor de todo es que ella lo sabe y los hombres que trabajan con ella también lo saben. Joan es mucho más que un físico explosivo, es un cerebro privilegiado con un envoltorio de primera y un sofisticado lazo de color rojo. Es el claro ejemplo de que detrás de grandes hombres se encuentran grandes mujeres. En palabras de la propia Christina Hendricks (la actriz que interpreta a Harris, totalmente merecedora de todos los premios habidos y por haber), Joan "Es una luchadora y una superviviente".

 

Realmente como hemos dicho antes, Joan es Marylin y la serie ya nos lo ha querido dejar claro en muchos momentos. Por ejemplo, en la primera temporada, en el episodio donde se anuncia la muerte de la verdadera Marilyn Monroe, Joan decide romper su relación con Roger Sterling (su jefe), porque la muerte de la malograda actriz le recuerda peligrosamente a su situación, enamorada de un poderoso hombre casado y Joan no quiere vivir la misma suerte que la ambición rubia. También está especielmente bien logrado el momento en que llega la campaña de Playtex a la agencia Sterling/Cooper, una campaña que intenta categorizar a las mujeres según si son una Marylin Monroe o una Jackie Kennedy. Cuando Kinsey ve a Joan contorneando sus curvas por la oficina, primero dice: "Definitivamente, una Marylin", para luego añadir: "Bueno, en realidad Marylin es una Joan, y no al revés..."

Joan incluso nos ofreció un momento memorable que quedará para siempre grabado en nuestras retinas, cuando se marcó un número musical tocando un acordeón y cantando la canción "C'est magnifique" con un adorable francés con acento yanqui. Para mí, casi tan grande como Marylin Monroe tocando el ukelele en "Con faldas y a lo loco". Aquí os dejo el vídeo porque es una pequeña joya:

La evolución de Joan ha sido muy interesante. Ha conseguido ascender en la pirámide laboral, pero por métodos muy distintos a los de su compañera Peggy Olson, con la que tiene una relación muy especial (en un primer momento parece que sean rivales, pero el tiempo nos demuestra que son verdaderas compañeras que se admiran y se respetan mutuamente). Joan comenzó en la serie como Joan Holloway, una codiciada soltera a la que todos lo hombres cortejan, que comparte piso con una chica (Carol), que resulta que se enamora de ella (un "mad lesbo moment"), y no me extraña, porque esta mujer no deja indiferente a nadie. Durante las temporadas 1 y 2, ejerce como jefa de oficina, de hecho es la encargada de mostrar la oficina a una inocentona Peggy Olson en su primer día de trabajo y le suelta otra perlita al decirle: "Si quieres que te tomen en serio, deja de vestir como una niña inocente."

En la temporada 3, deja la agencia Sterling/Cooper para casarse con el estudiante de medicina Greg Harris y convertirse en una ama de casa y vendedora ocasional en un centro comercial. Pero Greg es un tipo complicado, con una muy baja autoestima, por un lado porque no consigue el puesto de residente en el hospital donde quería trabajar y por otro lado, porque cree que su esposa sigue enamorada de Roger. De hecho, la noche que Greg se encuentra por primera vez con Roger cara a cara, ocurre algo terrible [Spoiler], tras la cena durante la cual se encuentran con Roger, Joan decide mostrarle la oficina donde solía trabajar, porque en ese momento no hay nadie. Greg, recomido por los celos que le ha despertado su encuentro con Roger, porque ha visto la química que hay entre ellos, la toma agresivamente y la viola sobre el suelo del despecho de Don Draper. Aquí dejo la escenita de marras, no es "Irreversible", pero aún así, resulta bastante escalofriante ver a una mujer fuerte como Joan siendo humillada y mancillada de esa manera por su propio marido. Lo más estremecedor es el relativo silencio de Joan durante todo el acto:

En la temporada 4, Joan regresa a la oficina, pero con un ascenso, ahora convertida en directora de operaciones para la agencia. Su marido (Greg) se ha alistado como médico para el ejército, así que apenas le ve. Es durante esta temporada que Joan tiene de nuevo un affaire con Roger. Brutal el momento polvo en la calle que se nos marca Joan con Roger tras ser asaltados por un ladrón, aprovechando la adrenalina y el subidón del momento. Fruto de ese aquí-te-pillo-aquí-te-mato, nacerá el hijo de Joan (Kevin), que ésta hará pasar por hijo de su marido, el cual no debe ser muy bueno en matemáticas, porque si echa las cuentas verá que es imposible que sea hijo suyo (tan buen doctor no será, si no sabe de donde vienen los niños...).

Su momento cumbre llega en la temporada 5, cuando acaba convirtiéndose en socia junior de la agencia. Todo sucede cuando un cliente importante (Herb Rennick) hace saber a todos los socios que sólo contará con la agencia si Joan se acuesta con él. Durante todo el episodio se juega con el conflicto moral que todo ello supone. Curiosamente, Don Draper es el único socio de la agencia que se opone a que Joan se deje utilizar de esa manera e intenta hablar con ella para disuadirla, pero llega demasiado tarde. Tanto ella como Peggy, son las únicas mujeres a las que el mujeriego empedernido de Don Draper parece respetar. Joan finalmente usa sus armas de mujer y decide llevar a cabo el intercambio. Pero como hemos dicho antes, Joan es astuta como una avispa y no deja que su cuerpo sea utilizado para la causa sin antes dejar bien claras sus condiciones: una vez se haya acostado con Rennick, automáticamente se convertirá en una socia junior de la agencia.

 

Está claro que Joan no sería lo que es sin el magnetismo de Christina Hendricks. Al parecer Matthew Weiner (el creador de la serie) al principio escribió este papel para que fuera un personaje esporádico y totalmente secundario, pero la fascinación que Hendricks despertó en Weiner hizo que éste decidiera darle al personaje el estatus de personaje principal. No es sólo su exuberante físico, es su manera de moverse, su manera de fumar, la sensualidad con la que las palabras salen de sus rojos labios, su elegancia. Ahora nadie puede imaginarse el mundo de estos hombres locos sin una Joan Harris contorneando a cámara lenta sus voluptuosas curvas por la oficina.

 

David